En esta ocasión, una imagen que representara uno de los pecados capitales. El elegido; el sentimiento de envidia.
Se puede tener envidia hacia muchas cosas; pero quizá la más difícil de sobrellevar es aquella que no va asociada a algo material. El dinero, por ejemplo, se tenga o no, según qué circunstancias, puede conseguirse; pero en aquellos casos que se escapan de nuestra capacidad de actuación, y no sean asumidos como tales, pueden llegar a convertirse en algo patológico.
En palabras de Pablo Milanés: «El tiempo, el implacable, el que pasó …».
Una anciana que venera, de manera obsesiva, lo que ella un día tuvo, y ya no; la belleza y juventud de la que goza la rosa.
«Una vez hayas probado el vuelo, siempre caminarás por la tierra con la vista mirando al cielo, porque ya has estado allí, y allí siempre desearás volver»